lunes, 20 de diciembre de 2010

EL DOLOR DE LA LUCIDEZ

He comentado en varias ocasiones que el azar es juguetón (y muchas veces "caprichoso", como canta Serrat) y le pone una y mil veces la zancadilla al pensamiento lógico. ¿Por qué buscando una canción de jazz para colgar en este blog, me topo de bruces con Federico Luppi dando una clase a futuros maestros? Es un link que guardé hace ya varios meses, secuestrado de uno que dijo ser mi amigo durante un tiempo en Facebook (la temporalidad y la vacuidad de ese título de "amigo" con el que se juega tan alegremente, no deja de sorprenderme, cosa que con estos años no debería ocurrirme).
Este argentino, canoso, de voz rápida y firme, siempre me trasmite seguridad. Creo que cualquier cosa que Luppi me dijera me la creería: "Despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez, sin límites, sin piedad". La lucidez duele y a todos nos entra un instinto incontrolable de convertirnos en sanitarios del otro. Para ello tenemos palabras-vendaje y caricias-tirita, mentiras de betadine y montones de analgésicos, antidepresivos, hipnóticos, ansiolíticos, alcoholes... que anulen el dolor que la realidad nos inflige. Hay personas molestas: las que no nos ponen pañitos calientes ni nos dan golpecitos en la espalda, las que no nos dicen lo que queremos oír, sino lo que necesitamos oír.
Aquí lo dejo. Sólo recordar que hay que despertar al dolor de la lucidez. Sin piedad.

2 comentarios:

  1. En eso estoy de acuerdo y mirar de frente a la realidad aunque eso te produzca dolor y ser capaz de reaccionar, las mentiras de betadine solo son momentaneos remedios, las caricias-tirita terminan por causar alergia en la piel, las palabras-vendaje no dejan respirar la herida y cicatriza peor. Es duro pero necesario para poder continuar enfrentarse a la tristeza, a la lucidez a la realidad por doloroso que sea.

    A mi tambien me encanta Luppi y de la misma manera que tu creo que la palabra "amigo" es maravillosa no se puede utilizar a la ligera, al menos yo no la utilizo.

    Un beso preciosa, buena esta reflexión

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  2. Hola, Belmonte:

    Sigues siendo la mejor escritora que he leído en mucho tiempo. Y encima, te gusta Luppi. Macanudo!
    Te seguiré leyendo, como admirador, como amigo.
    Un beso
    sergio

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